Primer dia de Clases

Las vacaciones terminaron y era el inicio de un nuevo ciclo escolar, Touya iba con calma luego de despedirse de su hermana, ese era su segundo año y eso, significaba que solo le quedaba un año mas ademas de ese para terminar... Claro que ese año no era diferente porque se acercaba el fin de su vida de secundaria, sino por aquellas habilidades que habia descubierto durante las vacaciones, puede que hubieran mas aunque eso, era algo que no se puede preguntar.

Haine!

Aquella era su amiga y pasaron muchos dias sin verla por lo que en ese instante, en donde la veia caminando hacia la secundaria, no dudo en llamarla y acelerar su paso para alcanzarla.

Haine caminaba mirando el cielo. Le gustaba la primavera. No hacía frío, algo que le gustaba porque así no gastaba muchas energías, y tampoco hacía calor. Hacía la temperatura ideal, y eso significaba que podía ir vestida como el resto de la gente, igual que en otoño. Pues en verano e invierno, sempre tenía algunos problemas para esconder su condición.

Había pasado las vacaciones en Tokyo, en casa de su tía y hasta hacía apenas dos días no había regresado en su pequeño apartamento.

Al escuchar la voz que la llamaba por su nombre se giró de forma inmediata, reconociéndolo enseguida... Llevaba todas las vacaciones sin verlo, y aún así reconocería su voz en medio de una muchedumbre llena de gente. No era para menos.

¡Buenos días! -saludó con su siempre alegre sonrisa, pero rápidamente la cambió por un capón en la cabeza en cuanto él la alcanzó- ¡Podrías haberme llamado! ¡Apestoso borde! -y siguió sonriendo, ahora de medio lado, divertida.

Todo iba bien, mucho tiempo sin verla y aunque el siguio con su vida, buscando ayudar en casa, hubo muchas veces que penso en ella. Pero en el instante en que ambos estaban cerca, luego de que el la abrazara, recibia aquel copon de una forma demasiado fuerte...

Tu tambien pudiste llamar no crees? Ademas no fui yo quien se fue de vacaciones a quien sabe donde sin decir nada, me avisaste cuando te estabas yendo.

Le soltaba enojado por aquel golpe mientras se frotaba la cabeza, ella se iba y era el quien tenia que llamarla... Eso no tenia logica en ningun punto, pero al verla sonreir, el solo podia suspirar y sonreir tambien.

Vamos, que llegamos tarde.

Eran sus palabras antes de empezar a caminar, la habia extrañado mas de lo que penso y luego de verla despues de tanto tiempo, Haine estaba realmente linda...

Como que "a quien sabe donde", fui a Tokyo, ya te lo dije -respondió frunciendo el ceño, sin dejar de sonreír divertida.

No tenía ningunas ganas de entrar a clase y de atender, le apetecía dar paseos por allí y tomar el sol, que ya llegaba el buen tiempo y le apetecía un montón. En realidad, en Tokyo apenas salió de casa, no conocía a nadie y se aburría.

¿Te vas a apuntar a algún club, este año? Segur que los de fútbol y los de baloncesto te vienen a buscar, como el año pasado.

Pero Touya trabajaba siempre, dudaba que se apuntara a los clubs, al menos, esa fue la excusa que daba el año pasado, y es verdad, siempre trabajaba en sitios diferentes... Eso le gustaba a Haine, tenía descuento a todos lados donde él estaba currando.

¿Ya tienes trabajo? -preguntó ahora que le venía a la cabeza.

Me lo dijiste antes de irte.

Le replicaba haciendose el ofendido sabiendo bien lo difvertido que era ver como se ponia cuando el hacia eso, aunque casi siempre ella termina por descubrirlo terminando en un nuevo copon. Pero en cuanto le pregunto sobre los clubes, la verdad era que a el le encantaba y aunque nunca se anotaba a ninguno, solia darse una vuelta por alguno a veces.

Posiblemente al de tenis, si es que me inscribo a alguno.

Le respondia aunque eso no era seguro, el siempre buscaba trabajar en algun lado y como aun no podia trabajar de forma oficial, solia buscarse varios "trabajitos" de medio tiempo.... Claro que ante su adaptabilidad y esfuerzo, siempre conseguia algo interesante.

En un cafe los fines de semana, asi que que si no me surge nada mas, puede que me anote alli.

Pues claro, no te lo diré cuando ya me he ido, la cosa está en decirlo justo antes de irte -replicó arqueando una ceja y mirándolo como si fuera tonto, incluso negó con la cabeza.

Lo miró de soslayo cuando habló del club, es verdad, él siempre le decía que le gustaba el tenis, pero la verdad es que era bueno en todos los deportes, por eso siempre lo querían en su club.

¿En un café? Sin duda, el traje de camarero es el que mejor te queda -respondió divertida, ya que había trabajado de camarero en varias ocasiones y podía afirmar que era el que mejor le quedaba-. Entonces, ¿no tienes planes para esta tarde?

Tu lo que quieres es que te haga un descuento.

Le replicaba al escucharla sonriendo de lado, era cierto que por haber trabajado en muchos lugares diferentes, en muchos sitios recibia un pequeño descuento. Tambien que no era la primera vez que escuchaba eso, que el traje de camarero le quedaba demasiado bien.

No, a la tarde estoy libre, puede que regrese a casa... Tienes algo en esa cabeza tuya?

Le respondia sin detener su paso, el siempre iba a clases, nunca falto y las pocas veces que lo hacia, era solamente por fuerza mayor e incluso, se notaba mucho en el aula cuando el no estaba.

Sonrió divertida, sin responder a aquello, hombre, si además de verlo se ganaba un descuento... Mejor que mejor, doblemente feliz.

Podríamos ir a tomar algo, han abierto una cafetería nueva en el centro -le respondió sin dejar de sonreír.

No pretendía que sonara a cita... Muchas veces, Haine y Touya iban por allí, los dos solos, sin que fuera una cita, o al menos no una cita real, a ojos de los demás quizás sí era una cita. De todos modos, Haine no pensaba en aquello, eran amigos, y tenía muy claro que si tenían una cita debía pedírsela él.

La sonrisa de Touya se congelo un instante, aquella repentina invitacion le parecio bastante sospechosa, ellos siempre iban a diferentes lugares solos, al cine, a pasear por ahi e incluso, la acompañaba cuando iba de compras... Pero eran cosas que casi siempre surgian o al menos, sentia que esa invitacion era diferente.

Era acaso una cita? Bueno, una cita era algo que le gustaria, pero nunca supo realmente si ella podia sentir lo mismo o no. Planeaba intentar algo en san valentin, pero parece que no iba a tener que esperar mucho mas...

Me gusta la idea, acepto la invitacion.

Le terminaba diciendo ya para cuando entraban al instituto, se sentia nervioso aunque no lo demostrara, mas de una vez estuvo asi... Pero siempre fueron cosas que el entendio mal, puede que sea eso y se confundio por todo el tiempo que no la vio.

No te estoy invitando, listo, tú te pagas lo tuyo y yo lo mío -respondió divertida, y un poco tajante-. Que aquí el que curra eres tú.

Ella vivía y sobrevivía con la compra que le hacía su tía una vez a la semana y con el poco dinero que le dejaba por si tenía alguna emergencia y necesitaba dinero.

Me han dicho que es súper mona y bonita -comentó caminando tranquila, iban bien de tiempo para llegar a clase, así que no era necesario darse prisa.

Touya reia ante esa respuesta, al final resultaba que ella no lo habia invitado a una cita como llego a pensar. Algo que era bueno ya que no se sentiria tan nervioso por nada, pero en el proximo san valentin, el saldria de la duda de una vez por todas.

Tu tambien podrias si quisieras, pero eres muy vaga para esas cosas.

Le replicaba con una sonrisa burlona en su rostro mientras caminaban ya por los pasillos, alli el se tomaba todo con calma. Era el primer dia y estaban llegando a tiempo e incluso, tenian un poco mas para ellos.

Entonces podemos ir apenas salgamos, aunque si tienes que ver algun Club que quieras anotarte, puedo esperar.

Le aseguraba antes de agregar aquello, Touya sabia que muchos empezarian a averiguar sobre los clubes a los que se querian anotar mientras que el, si se anotaba, ese año iria al club de tenis... Aunque antes tendra que evadir a los otros clubes deportivos.

No es eso, ya sabes que mi tía no me deja trabajar -respondió encogiéndose de hombros.

Y era verdad, según su tía, su trabajo era aprender, estudiar y sacar buenas notas para ir a la universidad. Y eso incluía no salir de fiesta ni pasarlo bien con los amigos, aunque lo hiciera igualmente... En plan pobre, pero lo hacía.

Nah. No me interesa apuntarme a ningún club, solo te quitan tiempo para estar por ahí haciendo cosas más interesantes -respondió finalmente, sin dejar de sonreír.

Todos los pasillos estaban llenos de alumnos, la mayoría intentaban pasar el tiempo como si no tuvieran que entrar en clase en ningún momento, y pese que era pronto, los profesores no tardarían en llegar a las clases.

Pero siempre haces lo que quieres.

Le replicaba mientras se detenia en frente del aula que les tocaba, en ese lugar el solo puede sonreirle de nuevo a Haine. Como siempre ella preferia pasar todo el tiempo que pudiera haciendo lo que queria, aunque eso tabien podria aplicarse a los clubes.

Siempre puedes anotarte a tenis conmigo.

Agregaba antes de decidirse en abrir la puerta del aula y entrar a ese lugar con ella, ellos siempre se sentaban cerca y aunque muchos los miraran de forma rara, suponiendo cosas que no eran, el no podia negar que le gustaba estar siempre cerca de ella.

No me negaras que seria interesante que fueramos a tenis los no? Seguro te gusta.

Se encogió de hombros, era verdad, pero su tía no podía controlar cuando salía con sus amigos y cuando no, pero si trabajaba, además de hacerlo sin contrato, porque al ser menor necesitaba el permiso de su tutora, no podría llamar a su jefe y decir que no podía ir porque estaba su tía allí.

¿Yo? ¿A Tenis? Estás de coña, ¿no? -sonrió de medio lado, bastante divertida- Si me gusta la educación física es porque no estamos encerrados en una aula, no porque me guste cansarme, y mucho menos sudar.

Se dirigió a una de las mesas situadas al final del aula, donde al lado había un pupitre libre para que se pusiera Touya.

Además, he oído decir que el club de tenis cerró el año pasado, tendrás que abrir el club de nuevo.

Divertida, se quedó fuera de la clase, junto a otros alumnos, apoyada en una de las muchas ventanas que tenían de vista los patios de la escuela. Parecía reacia a entrar en clase, y es que quería aprovechar los últimos momentos.

Bueno, bueno, no te pongas así... Te ayudaré, sí, vale... Pero seré la tesorera, Y paso de jugar, ¿entendido? -sonrió de medio lado, apoyando los codos en el umbral de la ventana.

Dirigió la mirada al exterior, frunciendo levemente el ceño al toparse con la escuela de primaria en su visión. Por un momento sintió un extraño poder... Un poder, que a la vez le era familiar. Qué raro.